Las empresas que efectúan transacciones comerciales en Europa pueden beneficiarse del mercado único de la UE y también de determinados acuerdos comerciales con otros países europeos. Eso significa que la mayoría de sus productos pueden circular libremente dentro de este territorio sin ningún coste extra y sin restricciones cuantitativas. Es lo que se conoce como libre circulación de mercancías. No obstante, a algunos productos se les aplican normas suplementarias, como a los productos sujetos a impuestos especiales y los productos químicos. También hay diferentes obligaciones en materia de IVA en función de los productos que se venden, los destinatarios y el lugar donde se transportan.
Las empresas que efectúan transacciones comerciales en Europa pueden beneficiarse del mercado único de la UE y también de determinados acuerdos comerciales con otros países europeos. Eso significa que la mayoría de sus productos pueden circular libremente dentro de este territorio sin ningún coste extra y sin restricciones cuantitativas. Es lo que se conoce como libre circulación de mercancías. No obstante, a algunos productos se les aplican normas suplementarias, como a los productos sujetos a impuestos especiales y los productos químicos. También hay diferentes obligaciones en materia de IVA en función de los productos que se venden, los destinatarios y el lugar donde se transportan.